Tuesday, March 24, 2009
Apoyando la causa
Thursday, March 12, 2009
El Ungüento de Dios
Me encontraba en Borders de Plaza Las Américas ojeando algunas revistas cuando tuve una erección involuntaria, o como mami las llama: plegarias al Altísimo. Debo aclarar que estas son uno de los efectos secundarios del aumento en dosis y las he sufrido gran parte de mi vida. Una de las empleadas de la tienda debió notar la necesidad que había en mi de cultivar mi espíritu, ya que me pidió que abandonara el lugar y buscara de Dios.
Decidí hacerle caso a aquella señora, así que emprendí mi magna realización espiritual, con el fin de poder continuar mi búsqueda por el amor puro.
Mi búsqueda me llevó al Movimiento Cristiano Casa de Oración Para Todos Los Pueblos. Demás está decir que fui acogido por estos y los próximos meses fueron grandiosos. Tal fue mi avance en los escalones de la espiritualidad que fui elegido para ser bautizado. El ritual comenzó con la venda de los ojos, ya que según el pastor, la pureza no tiene que ser experimentada visualmente.
Acto seguido comenzó el ritual en sí. Todos allí comenzaron a cantar al unísono: “Bukkake! Bukkake! Bukkake!”
Luego prosiguió el frote del cuerno divino de la abundancia, el cual una vez culminado derramaría el ungüento de Dios en mi, prueba del derrame del espíritu santo y culminación del bautismo.
Aun no puedo quitar el sabor del ungüento de Dios de mi boca.
Tuesday, March 3, 2009
Lo que pasa en Miami, se queda en Miami
Iba caminando por la Calle Sea View en el Condado cuando un caballero de ropa muy colorida se acercó a mi para venderme un boleto para un concurso. El premio, 5 días y 4 noches en el Bamboo Resort en Miami. Tres meses más tarde recibí una llamada en la que se me informaba que había ganado el premio.
Luego de registrarme en el hotel, me dirigí a reclamar el trago de bienvenida que se me había obsequiado. Ella estaba allí, sentada en la barra. Me miró, yo la mire. El ambiente palidecía ante su belleza. Luego de varios minutos de intercambiar miradas, me pidió que me le acercara. Emprendimos una conversación que nos llevo a los más recónditos lugares de nuestras almas. La conexión fue instantánea. Allí mismo me arrodille y le pedí que se casara conmigo. Inmediatamente aceptó y corrimos a la capilla del Resort. Suerte para nosotros que el Resort contaba con ésta, ya que esperar un día más sin tener esa amazona a mi lado sería un purgatorio.
Celebramos nuestra unión en la discoteca del Resort. Mi cuerpo latía de solo pensar en nuestra primera noche juntos. Debo confesar que esta sería mi primera mujer. Cuantas personas pueden decir eso. Un solo amor, un solo cuerpo.
Bebimos hasta que nuestros cuerpos no podían más. Todo se nubló. Debió ser el amor o los tragos que la Sra. Valium continuaba dándome.
Luego, al despertar el mundo se me vino encima. Mi cabeza daba vueltas y el dolor era insoportable. Había partes de mi cuerpo que no sabia podían doler. Un pequeño perro poodle lamía mi culo, el cual estaba algo adormecido. Mire hacia la izquierda y ahí estaba un pequeño aborigen de inmensas proporciones que constantemente me decía: “Mapenzi Mkundu”, a la vez que movía la cabeza en gesto de negativa mientras sonreía pícaramente. A mi derecha un dildo doble cabeza embadurnado en un ungüento aceitoso. Y mi amazona había desaparecido.
Tres meses después recibí la noticia. Mi matrimonio había sido anulado y el perro poodle, el cual ya me tenía acostumbrado a su juguetona lengua, debía ser devuelto, ya que ella reclamaba su custodia.
Aun me pregunto que habrá pasado esa noche, la noche que me iba a hacer o me hice hombre. Mi terapeuta ha tratado con regresión hipnótica y lo único que ha podido sacar de mi es una frase: “Sácalo que me ahogas!!!”
No pasa un segundo sin preguntarme donde esta mi amazona.
Todavía tengo comunicación con el aborigen.